Under The Rain
Tomo mi mano y me ayudó a incorporarme en la arena mientras unas suaves e imperceptibles gotas de lluvia comenzaban a caer en la playa. Los últimos vestigios del atardecer iban desapareciendo y la luna hacia su aparición para reflejarse enorme y anaranjada sobre la superficie inquieta del mar, que susurraba la más hermosa de las melodías de fondo. Aún tomados de la mano comenzamos a correr por la arena, como dos niños pequeños en una tarde de verano. De repente se detuvo y me atrajo hacia él, tirando de mi brazo, amoldándome perfectamente a su cuerpo. Corrió delicadamente los cabellos de mi rostro y acarició mi mejilla mientras me perdía en sus profundos ojos color miel.
-Te amo- murmuró sobre mis labios.
-Yo también, nunca me dejes.-
-Nunca lo haría, eres mi vida.-
-Y tu la mía Joseph- susurré y en el preciso momento en el que nuestros labios iban a tocarse, la lluvia se intensificó, mojándonos por completo. Levante mi rostro hacia el cielo unos instantes y lo volví hacia él nuevamente, que miraba hacia las nubes y las gotas de lluvia que mojaban su rostro y su ropa. Sus ojos se centraron en los míos nuevamente y sus labios capturaron los míos con infinita delicadeza y pasión, demostrándome incluso el más ínfimo sentimiento alojado en su corazón, al que yo correspondí con la misma intensidad; expresando sin palabras que esto era para siempre, que nada ni nadie podría cambiarlo jamás, que moriría si algún día faltara a mi lado y que lo amaba por encima de todo y de todos.-Te amo- volvimos a pronunciar a la vez, y nos seguimos besando; prolongando el momento, unidos por aquel sentimiento compartido, mojándonos con la lluvia, nuestros corazones al ritmo de un solo latido; un momento único con la persona ideal, el beso perfecto… bajo la lluvia.
-Te amo- murmuró sobre mis labios.
-Yo también, nunca me dejes.-
-Nunca lo haría, eres mi vida.-
-Y tu la mía Joseph- susurré y en el preciso momento en el que nuestros labios iban a tocarse, la lluvia se intensificó, mojándonos por completo. Levante mi rostro hacia el cielo unos instantes y lo volví hacia él nuevamente, que miraba hacia las nubes y las gotas de lluvia que mojaban su rostro y su ropa. Sus ojos se centraron en los míos nuevamente y sus labios capturaron los míos con infinita delicadeza y pasión, demostrándome incluso el más ínfimo sentimiento alojado en su corazón, al que yo correspondí con la misma intensidad; expresando sin palabras que esto era para siempre, que nada ni nadie podría cambiarlo jamás, que moriría si algún día faltara a mi lado y que lo amaba por encima de todo y de todos.-Te amo- volvimos a pronunciar a la vez, y nos seguimos besando; prolongando el momento, unidos por aquel sentimiento compartido, mojándonos con la lluvia, nuestros corazones al ritmo de un solo latido; un momento único con la persona ideal, el beso perfecto… bajo la lluvia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario